El escultor español Víctor
González Gil ha tallado en madera, por encargo especial
del director de “paréntesis” de Méjico,
presbítero Enrique Amescua, esta imagen de Nuestra Señora
de la Esperanza. La imagen que mide 85 cm., ha sido llevada en
avión a Roma, donde será bendecida por el Santo
Padre, antes de instalarse definitivamente en el seminario de
Tambaro, de Michoacán. (Momento, número 37 de 29/11/
1951).
Juventud Arte y Letras de 15/11/1951, resalta la
calidad del estofado y de la policromía, además
de la perfección de la talla y de la estética de
la imagen.
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